A estas alturas, no basta con tener una contraseña robusta en el correo electrónico, un buen antivirus y todos las actualizaciones de sistema operativo instaladas. Si un hacker quiere hacerte daño, lo puede hacer de muchísimas maneras. Y una de las más simples (y dañinas) es con tu número de teléfono. Si un delincuente se hace con él, y con otros datos como tu fecha de nacimiento y el número de tu carnet de identidad, puede llegar a pedir préstamos, comprar a crédito o abrirse multitud de cuentas que podría dejar en números rojos y a las que te vendrán a preguntar a ti. Por eso, merece la pena pensar cinco minutos en este problema y protegerse bien.
Primero, ¿cómo puede un hacker secuestrar tu número de teléfono? Pues de la forma más fácil. Igual que tú cuando has perdido el móvil o te lo han robado has ido a tu operadora y has pedido una copia de tu SIM, ellos pueden hacer lo mismo. Solo se tienen que hacer pasar por ti, llamar por teléfono (o entrar en la web de tu compañía y solicitarlo. En el momento en el que se activa su copia, tú te quedarás sin cobertura en tu móvil, ya que tu sim dejará de funcionar automáticamente. A partir de ese momento, los hacker podrán hacer llamadas, enviar mensajes, o utilizar tu número para cometer delitos. Y tú solo podrás pagar la (elevadísima) factura.
¿Cómo nos podemos proteger de este atropello? Cada compañía ofrece un sistema diferente de identificación que ayuda a que nadie robe la identidad de sus usuarios. Pero por lo general, esos sistemas no son muy sofisticados: o bien nos preguntan por nuestro número de DNI, por lo últimos dígitos de nuestra cuenta bancaria, por nuestra dirección o por nuestra fecha de nacimiento, todos ellos datos que un hacker podría conseguir viendo nuestra última factura.
El sistema más efectivo para evitar el robo de un número de teléfono es la autentificación en dos pasos. Por ejemplo, Movistar cuenta con una herramienta llamada Latch que genera un código especial y lo solicita cada vez que el usuario quiera realizar algún tipo de modificación en su cuenta de cliente.
Pero aunque este sistema es útil en caso de que un hacker intente solicitar el duplicado a través de la web de la compañía, no hay forma de evitar que un vendedor de una tienda sea engañado por una persona que sepa los dato personales de la víctima. Al menos, en nuestro país, porque en Estados Unidos las operadoras como AT&T han activado un sistema de doble seguridad que envía al correo electrónico de los usuarios un código para que luego lo enseñen en caso de necesitar un duplicado de su tarjeta. Si no lo hacen, se quedan sin ella. Esperemos que en poco tiempo los españoles podamos disfrutar de un sistema similar que podría evitar muchos disgustos.
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