RIO DE JANEIRO (AP) — Cuando Doaa Elghobashy debutó el domingo en las arenas de Copacabana el domingo por la noche, estaba orgullosa de representar a Egipto como parte del primer equipo olímpico de voleibol de playa de ese país.
En cuanto al velo que cubre su cabeza y las mangas largas que tapan sus brazos y piernas, afirma que nunca dudó en usarlo.
"He usado el velo desde que tenía 10 años", dijo tras su derrota 21-12, 21-15 ante Alemania. "No me impide hacer las cosas que me encanta hacer, y una de ellas es jugar voleibol de playa".
Elghobashy y su pareja Nada Meawad se clasificaron a los Juegos Olímpicos de Río a través de una competencia regional diseñada para conseguir la participación de más países además de los jugadores de Brasil, Estados Unidos y Europa que dominan el circuito profesional.
Y cuando las egipcias salieron a la cancha vestidas con pantalones y mangas largas, lo hicieron gracias a un reglamento de la federación internacional de voleibol aprobado antes de los Juegos de 2012 en Londres para no excluir a las culturas en las que es mal visto el uso de los diminutos bikinis característicos de esta disciplina.
"La idea era abrirlo a otras culturas", indicó el vocero de la federación, Richard Baker. "La meta era que más gente juegue el deporte del voleibol".
Egipto nunca se había clasificado al voleibol de playa olímpico, ni en hombre ni en mujeres.
"Estoy orgullosa de ondear la bandera egipcia en un carnaval de naciones", afirmó Elghobashy.
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