Los Ángeles.-Sylvester Stallone y Rocky Balboa se convirtieron en la misma persona hace 40 años, y mientras el actor se prepara para soplar mañana las velas de su setenta cumpleaños, Filadelfia celebra el aniversario del filme y el célebre púgil.
“Rocky y Filadelfia son lo mismo para mucha gente”, dijo a Efe Cara Schneider, coordinadora de los programas de Rocky Balboa de Visit Philly, institución que ha puesto en marcha una ruta para descubrir la ciudad a través de los escenarios de la película.
Ya forma parte de la identidad de Filadelfia la historia del inmigrante italoamericano y boxeador sin futuro, que trabaja para un villano de poca monta hasta que le ofrecen la oportunidad de enfrentarse en el cuadrilátero contra el campeón del mundo.
La ciudad se enorgullece de coprotagonizar el momento más memorable de la saga, con la carrera de “Rocky” (en la primera película de la saga, en 1976) desde los bajos fondos del sur de la ciudad hasta lo alto de las escaleras del Museo de Arte de Filadelfia.
La meta
El ascenso a la colina, con la vista más completa de la ciudad, deja sin aliento a grupos de turistas, cinéfilos en su peregrinaje y equipos de deportistas que se entrenan a base de subir y bajar las famosas escaleras.
“Para mucha gente es cruzar la meta, llegar a la cima. Le dan mucho significado (…). Se trata de correr escaleras arriba como si nadie te estuviera mirando”, reflexionó Schneider.
“A través de las películas hemos visto la evolución de la ciudad. A medida que el personaje crece, la ciudad evoluciona también. Hemos hecho este viaje juntos durante cuarenta años”, analizó la experta en Rocky.
El primer filme fue “oscuro, doloroso, el inicio de todo” y a medida que la saga avanza, Stallone se consolida, y Filadelfia florece, como se ve por ejemplo en su perfil urbano, que desde 1976 ha incorporado un puñado de rascacielos, añadió la experta.
Inspirador
Las emblemáticas escaleras son comparables a la “joya de la corona” de Filadelfia: la Campana de la Libertad, símbolo de la lucha por los derechos civiles.
Las emblemáticas escaleras son comparables a la “joya de la corona” de Filadelfia: la Campana de la Libertad, símbolo de la lucha por los derechos civiles.
Ambas reliquias tienen un gran poder inspirador para otras comunidades de inmigrantes que buscan su lugar en Estados Unidos o para personas que tratan de sobreponerse a retos personales, subrayó Schneider.
Rocky, hijo de inmigrantes europeos (al igual que el propio Stallone), fue la pri mera generación de su familia nacida en EE. UU. que trató de abrirse paso e integrarse en la sociedad.
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