Todos hemos oído del supuesto pánico que los elefantes sienten en presencia de los ratones. La película “Dumbo” es un buen ejemplo de este hecho. Pero ¿es real? ¿puede un animal tan enorme y poderoso como el elefante huír nervioso ante un diminuto roedor? En el apartado ”pequeños misterios de la vida” de la web LiveScience, se han propuesto estudiar el origen de esta historia y darle una respuesta a la pregunta.
Al parecer la leyenda no es nueva, sino que se retrotrae a los tiempos de los antiguos griegos, quienes relataban como un ratón se subió por la trompa de un elefante y lo volvió loco. De hecho, el conocido programa de Discovery “MythBuster” dedicó un capítulo a estudiar el caso, y en él se afirma que el historiador Plinio el Viejo fue quien inició el cuento alrededor del año 77 d.C.
A finales del siglo XVII, un médico irlandés llamado Allen Moulin intentó averiguar por qué estos enormes paquidermos temían a los roedores. Moulín creía que los elefantes no tenían epíglotis (la cubierta cartilaginosa que tapa la entrada de aire a los pulmones cuando tragamos) y que por eso les preocupaba que un ratón pudiera subir por el interior de su trompa y acabar por ahogarles.
Obviamente Moulin se equivocaba porque: 1, los elefantes si tienen epíglotis y 2, en el hipotético caso de que existiese un ratón lo bastante loco como para intentar ascender por el interior de la trompa de un elefante, el paquidermo solucionaría el asunto soplando una buena cantidad de aire y eyectando al ratón a una distancia considerable.
En realidad, la leyenda tiene una base verídica, pero no tiene nada que ver con los ratones, al menos no en exclusiva. Resulta que los elefantes tienen una vista relativamente pobre, por lo que se sobresaltan cuando un animal pequeño pasa por su cercanías a una buena velocidad. En la naturaleza, cualquier criatura que se mueve repentinamente cerca de un elefante puede darle un buen susto.
John Hutchinson, investigador del Royal Veterinary College de Londres lo confirma: “Los elefante se ponen nerviosos cuando un animal pequeño y veloz pasa a su alrededor. Puedo recordar una ocasión en Tailandia en la que un perro callejero, que corría por la zona en la que estábamos trabajando con un elefante, realizando estudios de su movimiento, consiguió hacer huír al paquidermo hacia la jungla, nervioso porque no podía ver bien dónde se encontraba el perro”.
En 2006, el programa 20/20 del canal de televisión estadounidense ABC se dirigió a las pistas del Circo Ringling Bros. Allí, un reportero mostró a los elefantes, en presencia de su cuidador, un ratón que llevaba en las manos. Aparentemente todos los elefantes miraron aburridos y despreocupados al ratón. Claro que eso podría ser porque el ratón no estaba correteando entre las patas de los paquidermos, de lo contrario podría pasarles como a este paquidermo que se encontró con una ardilla.
Entonces ¿temen o no los poderosos paquidermos a los diminutos roedores? La respuesta es “tal vez”, aunque una serpiente, un perro o cualquier otro animal pequeño y veloz que se mueva de pronto cerca de nuestro orejudo amigo, hará el mismo efecto.
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