lunes, 26 de julio de 2021

Entre víctimas de Ángelo está una mujer que lo trataba como a un hijo.

El Día 

Entorno. Ángelo Santana se crió en el sector 21 de Enero desde los cinco años y era querido por los vecinos, a los que también distinguía. Suceso. En el hecho hubo siete muertes con el homicida.

En esta vivienda será velada la señora Victoria Villa Santana, de 69 años. JOSÉ DE LEÓN

Higüey, LA ALTAGRACIA.-Los vecinos del sector 21 de Enero, en Higüey, no solo lloran por la tragedia que en la tarde del sábado los dejó perplejos, también lloran porque todavía no superan que el autor de la muerte a tiros de seis personas y de nueve heridos de bala, haya sido Ángelo, el hombre que todos querían porque era bueno con todos los vecinos.

Ángelo Santana llegó al sector a los cinco años, creció junto a los de su edad y los mayores lo vieron crecer. Tenía alrededor de 39 años, y hasta el pasado sábado, cuando murió a manos de la Policía luego de haber asesinado a seis personas, nadie creyó que sería capaz de actuar como lo hizo.

Francisco Girón llora al narrar las bondades que recibió de Ángelo, de quien dice siempre estará agradecido.

Y fue precisamente por ese pensar que hoy la señora Victoria Santana, de 69 años, está muerta, una mujer a la que Ángelo siempre le dio el trato de una madre y ella por igual lo considera como un hijo.

Cuando Victoria escuchó los disparos y se enteró que ocurrieron en la casa de Ángelo, al igual que muchos vecinos, fue a saber lo que sucedía y con la intención de convencerlo para que se calmara por la confianza que había entre ambos; sin embargo, nadie imaginó que la acumulación de personas sería un peligro que le costaría la vida a Victoria.

“Él estaba dentro de la casa y había disparado varias veces a su mujer. Parece que cuando vio a la gente reunida se sintió acorralado y empezó a disparar a lo loco para donde estaba el grupo, y ahí se le pegó un tiro a la doña”, narró Manolo Cedano, propietario de un colmado que no se arriesgó con ir a ver lo que pasaba y prefirió cerrar las puertas del negocio para protegerse.

Cuando Ángelo salió de su casa luego de dispararle a su esposa (Angélica Acosta) y a personas, entre las que estaba Victoria, montó su vehículo y a alta velocidad salía del sector “como un loco” y en el camino vio a otro grupo que quería saber de dónde salieron los disparos y qué había pasado.

Sin mediar palabras bajó el cristal y empezó a disparar, alcanzando a Rafael Américo Soto, quien recibió dos disparos, uno en cada brazo, y Sergio Morel, a quien la cartera impidió que la bala le penetrara.

La cartera impidió herida profunda a Sergio Morel/foto José de León

Ángelo era un empresario propietario de bancas de lotería, de tiendas de celulares y era prestamista, además tenía otros negocios que le permitieron una buena estabilidad económica.

Vecinos contaron que tenía mucho dinero y que, previo a cometer la tragedia, llevaba tres días bebiendo. Según la versión de uno de los vecinos del barrio 21 de Enero, en el pasado tuvo problemas por consumo de drogas.

Relación

—1— Pareja
La pareja del homicida permanece ingresada en un centro de salud tras fingir que estaba muerta al recibir varios disparos.
—2— Hijos
Procrearon dos hijos, los cuales estaban en la residencia cuando el hombre llegó y le disparó a la mujer.

Hermanos compraban regalo para su padre
Luto. La tristeza se siente en el sector 21 de Enero por el hecho que ha dejado consternación en sus vecinos, luego de la tragedia ocurrida el pasado sábado, cuando Ángelo mató a Victoria y dejó a varios heridos en el entorno.

Luego de ahí, siguió hacia otro lugar donde también asesinó a otras personas, entre estos los hermanos Michael José Cuevas Rijo y Digna Jineira Cuevas Rijo de 23 y 21 años, quienes salieron a comprarle un regalo con motivo del Día del Padre, celebrado ayer.

Además ultimó a Victoria Santana, Rony Lisandro Peguero, Ezequiel Sanó y Miguel Ángel Pilier Cedano

                                                                   Sergio Morel desde su hogar cuenta los sucedidos/foto José de León


                          Rafael Américo en reposo en su hogar/foto José de León

Américo y Sergio; vivos para contarlo

Testimonios. Rafael Américo Soto narra que está vivo por obra de Dios y cree que por haber estado frente a una iglesia hoy no es una de las víctimas mortales de Ángelo Santana.

Recibió dos disparos, uno en cada brazo, cuando justamente salía de su casa a buscar a su hijo que estaba jugando pelota y Ángelo iba en el vehículo disparando a todo el que veía en el camino.

Define a Ángelo como un amigo y una buena persona que la noche del viernes pasó toda la noche en un colmado que tiene el herido tomando cerveza y entre las cosas que hablaban, el agresor en reiterada ocasiones decía que quería mucho a su hijo.

“El niño de él venía todos los días a jugar con mi hijo”, explicó.
En el mismo lugar donde Américo fue herido en los brazos también estaba Sergio Morel, quien al igual que los demás no sabía qué ocurría.

Este fue impactado levemente por una bala en los glúteos, y no fue de gravedad gracias a que su cartera le sirvió de escudo.
La bala traspasó la cartera y perforó algunos documentos, como la cédula y la licencia de conducir, razón por la que solo causó una leve herida en la piel.

Otras personas que estaban en el lugar salieron ilesas de la balacera, pero el mal momento permanece en ellos por la cercanía que tuvieron con el agresor.

Cuerpos no habían sido entregados

Fúnebre. Los cuerpos de las personas últimas por Ángelo Santana no habían sido entregados a los familiares pasadas las 4:00 de la tarde de ayer.

Parientes se mantenían a la espera de que las autoridades hicieran entrega de los cuerpos para ser velados y posteriormente enterrados.

Algunos serán velados en funerarias de los lugares a los que pertenecen y otros serán velados en sus hogares, como es el caso de Victoria Villa Santana, de 69 años, a quien sus familiares lloraban en su humilde vivienda del s 21 de Enero.

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