Zaz Hassan sobrevivió a la covid-19 pero, después de un año, todavía vive con las secuelas que le dejó el virus.
«Vives con la esperanza de que mejorarás», dice Hassan, mientras hace una pausa de su clase de fisioterapia en el centro para covid de larga duración del Hospital Universitario de Croydon, en el sur de Londres.
«Para mi, el punto final sería volver a trabajar y simplemente jugar con mis hijos. Puede que tome tiempo, pero la gente se está recuperando, por eso todavía hay esperanzas de que pueda salir de esto».
Este médico pediatra, de 42 años, no trabaja desde marzo de 2020, cuando se enfermó con covid-19, en el momento más álgido de la primera ola de coronavirus en Reino Unido.
Al igual que muchos otros pacientes, su recuperación no ha sido fácil.
Síntomas recurrentes
Tras dos semanas conectado a un respirador en terapia intensiva, Hassan fue dado de alta del hospital y sintió que empezaba a progresar lentamente.
Luego, en septiembre, sus hijos pequeños regresaron a la escuela. Él cree que probablemente se contagió un resfriado de uno de ellos, que lo aniquiló por completo.
Desde entonces, ha estado lidiando con síntomas recurrentes, desde fatiga a problemas de espalda, hasta sentir dolores punzantes en las piernas.
«Estás absolutamente exhausto. La fatiga era algo muy importante y luego empecé a sentir como una niebla en el cerebro. No podía encontrar las palabras (necesarias), no podía hablar en oraciones completas».
Hassan es uno de más de 1.000 pacientes que están siendo atendidos en la clínica para covid de larga duración en Croydon.
Otros 500 están en lista de espera para que se les realice un diagnóstico y puedan ser referidos a un equipo de especialistas para hacer fisioterapia, o para que les hagan un diagnóstico por imágenes del corazón o los pulmones.
En una clase de ejercicios en el gimnasio del hospital, Hassan y otros dos pacientes con covid prolongado pasan tentativamente de un aparato para caminar con barras paralelas a una cinta de caminar y a levantar peso.
Frustración
Fisioterapeutas especializados ayudan con los equipos y comparan el progreso de los pacientes con respecto a las sesiones previas.
El estado de ánimo de es pura determinación, pero hay frustración por la lentitud en la recuperación.
«Un par de veces, sentí que me iba a caer», le dice Hassan al fisioterapeuta que está trabajando con él.
«Calculo mal las distancias y siento que se me van a aflojar las piernas».
Yogini Raste, médica especialista en enfermedades respiratorias y uno de los expertos que dirige la clínica de Croydon dice: «Vemos todo un espectro de pacientes, comenzando por aquellos que fueron admitidos en cuidados intensivos y que tuvieron una estadía prolongada en el hospital de varias semanas».
«Luego, están aquellos a quienes nunca les hicieron un test durante la primera ola, que pensaron que se mejorarían en la casa pero luego empezaron a desarrolla toda una serie de síntomas extraños».
Fatiga, tos, dolores de cabeza y musculares
No existe una definición universal de qué es el «covid de larga duración», pero puede incluir una variedad de problemas de salud.
El más común es la fatiga y la tos, seguido de dolor de cabeza y dolor muscular.
Como con cualquier condición médica nueva, es difícil encontrar evidencia contundente sobre la prevalencia de covid de larga permanencia.
Un sondeo de la Oficina Nacional de Estadísticas en Reino Unido de marzo encontró que una de cada cinco personas todavía tenía síntomas cinco semanas después, y uno de siete todavía seguía enfermo de algún modo después de 12 semanas.
«No podemos decirles a estos pacientes cuánto va a durar, así que están un poco en una montaña rusa», dice Raste.
«Pueden tener unas pocas semanas en las que sienten que están mejor y van progresando».
«Entonces, justo cuando están saliendo de ese túnel, hay otro contratiempo, y eso en sí mismo puede ser una gran fuente de ansiedad».
Ejercicios de respiración
No existe un fármaco aprobado para tratar a la covid de larga duración. Los médicos intentan tratar los síntomas individuales de la condición con fisioterapia, terapia del habla o ejercicios de respiración.
Y en algunos casos, los pacientes son referidos a especialistas en cardiología, neurología y cuidados respiratorios.
El Servicio Nacional de Salud está planificando la apertura de 83 centros en Inglaterra para tratar esta condición para fines de abril.
Pero en Escocia, Gales, Irlanda del Norte -así como en muchos países del mundo- algunos pacientes con covid de larga duración deben recurrir a internet en busca de ayuda y consejos.
«La mayoría de la gente no obtiene respuestas y entendemos que, a veces, simplemente no las hay«, dice Aasim, uno de los otros pacientes de la clase de fisioterapia de Croydon.
«Si miras las redes sociales, verás la cantidad de gente que está en grupos de apoyo. Tenemos que especular y ser nuestros propios médicos».
«Algo tiene que cambiar. Necesitamos que nos tomen más en serio y que nos den más apoyo», concluye.
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