Actualmente, la mayoría de las madres y padres usan dispositivos electrónicos en su día a día. Tablets, celulares y computadoras están presentes en la mayoría de las actividades, tanto laborales como sociales y familiares. En la mayoría de los casos el uso de estos dispositivos por parte de los padres y madres se extiende a sus hijos, sobre todo cuando están estresados por sus trabajos o algún otro problema les quita la capacidad de dedicarle el 100% del tiempo y de la atención a sus hijos.
Esto implica que el juego, el entretenimiento y la diversión ahora también pasan a través de los dispositivos móviles, además de los canales tradicionales.
Ahora bien, ¿cuál es el impacto que pueden tener este tipo de dispositivos, al igual que las señales y las luces que emanan, en el desarrollo de los más chicos?
Según un estudio realizado por el Instituto canadiense para la salud y el desarrollo de los niños (Canadian Healthy Infant Longitudinal Development), todos los menores de 5 años que pasan más de dos horas al día frente a un smartphone o una tablet podrían tener un mayor riesgo de problemas de la atención.
Según un estudio realizado por el Instituto canadiense para la salud y el desarrollo de los niños (Canadian Healthy Infant Longitudinal Development), todos los menores de 5 años que pasan más de dos horas al día frente a un smartphone o una tablet podrían tener un mayor riesgo de problemas de la atención.
Cabe mencionar que los hallazgos se basan en 2.322 familias canadienses que participaron en una investigación a largo plazo. Para poder analizar los resultados de manera adecuada, los padres reportaron el uso típico de las pantallas de sus hijos, lo que incluía la televisión, computadoras, tablets, dispositivos para jugar y smartphones, a los 3 y a los 5 años de edad. Para finalizar con el análisis de la información, cuando los niños tenían 5 años, los padres completaron un cuestionario estándar sobre la conducta de sus hijos. En comparación con sus pares que no pasaban más de media hora al día frente a una pantalla, esos niños tenían seis veces más probabilidades de presentar problemas de atención clínicamente significativos.
En general, los autores del estudio llegaron a concluir que un elevado uso de las pantallas a los 5 años se puede vincular con un mayor riesgo de problemas de atención, que se podría prolongar en el tiempo y afectar a las personas en su vida adulta. Además, es posible asociar el uso de pantallas con hasta ocho veces más probabilidades de presentar problemas de conducta consistentes con el trastorno por déficit de atención/hiperactividad. A modo de conclusión, los investigadores recomiendan que los niños en edad preescolar dejen de utilizar dispositivos como celulares y tablets a modo de entretenimiento o pasatiempo. En cambio, aseguran que es significativamente más beneficioso que se muevan, que hagan actividad física con otros niños y puedan también relacionarse con ellos. De esta forma, según el criterio de los autores del estudio, disminuye el riesgo de padecer problemas de atención, tanto en ese momento como en un futuro.
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