Leydi es otra víctima de la modalidad de “secuestro exprés” que afectó el fin de semana a dos jóvenes en el Evaristo Morales mientras salían de la residencia del doctor Héctor Guerrero Heredia.
La tortuosa experiencia fue vivida por ella y su esposo la madrugada del viernes cuando abrían la puerta que daba al parqueo de su residencia en el sector de Honduras de la capital.
Los encañonaron, los montaron en un vehículo, los amenazaron con matarlos, les arrancaron las prendas, les quitaron las claves de las tarjetas y los llevaron a un cajero automático a sacar dinero, luego los dejaron en la 27 de Febrero con Tiradentes.
Leydi, quien pidió no identificar su apellido, aún no encuentra las palabras correctas para definir cómo se siente, ni lo que sintió en ese momento. Sólo sabe que esa misma madrugada abandonó su casa, porque los maleantes les advirtieron que ya sabían dónde vivían. Indicó que tiene miedo, no duerme y que se sobresalta por todo.
Al narrar su historia a Listín Diario, la joven dijo que vivieron los momentos más angustiantes de su vida y que en ese momento lo único que se piensa es en orar y suplicar por su vida.
Explicó que los raptores, seis en total, andaban en un carro marca Hyundai Sonata gris, pero cree que no se trata de las mismas personas que describieron los jóvenes que fueron secuestrados la madrugada del domingo y que de acuerdo con la Policía, tiene tres detenidos.
Relato de los hechos
Cuenta que llegaba junto a su esposo alrededor de las cuadro de la madrugada del viernes, y que la calle próximo a su casa estaba obstruida por un vehículo Toyota color rojo vino con luces intermitentes, que luego de la intervención de su esposo, decidió moverse para que ellos pasaran, pero que cuando ella se desmontó a abrir el portón inmediatamente llegó otro vehículo con seis hombres a bordo.
Cuenta que llegaba junto a su esposo alrededor de las cuadro de la madrugada del viernes, y que la calle próximo a su casa estaba obstruida por un vehículo Toyota color rojo vino con luces intermitentes, que luego de la intervención de su esposo, decidió moverse para que ellos pasaran, pero que cuando ella se desmontó a abrir el portón inmediatamente llegó otro vehículo con seis hombres a bordo.
Encañonaron al esposo y luego le apuntan a ella y los obligaron a subirse al carro de los secuestradores. Empezaron a dar vueltas, por alrededor de una hora, mientras uno de los maleantes los seguía en el vehículo de ellos. En medio de terror y amenazas de matarlos, le pidieron la clave de su tarjeta, advirtiéndole que si daba una falsa acuchillarían a su esposo hasta que muriera y a ella le explotarían la cabeza apuntándole con una escopeta.
Luego de dar muchas vueltas llegaron a un cajero ubicado en la Plaza Las Américas en la avenida Churchill. Los bajaron en la esquina 27 de Febrero con Tiradentes y les devolvieron su carro para que se fueran. Fueron a la Policía y pusieron la denuncia.
El caso de los jóvenes
La historia de Leydi es similar a la vivida la madrugada del domingo por dos jóvenes que fueron secuestrados, golpeados, obligados a retirar dinero de un cajero automático y arrojados a los arrecifes del litoral en el Malecón cuando salían de la residencia del doctor Héctor Guerrero Heredia en el sector Evaristo Morales, luego de compartir con uno de sus hijos.
La historia de Leydi es similar a la vivida la madrugada del domingo por dos jóvenes que fueron secuestrados, golpeados, obligados a retirar dinero de un cajero automático y arrojados a los arrecifes del litoral en el Malecón cuando salían de la residencia del doctor Héctor Guerrero Heredia en el sector Evaristo Morales, luego de compartir con uno de sus hijos.
Los jóvenes recibieron atención médica ambulatoria y fueron dados de alta. Guerrero Heredia, quien se encuentra en California en una conferencia médica, dijo que el sector siempre ha sido una zona peligrosa, donde pasan incidentes todos los días. Esos jóvenes salieron a las 2:00 de la mañana, explica, iba pasando un vehículo y la mala suerte los encontró.
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