lunes, 8 de noviembre de 2021

Hasta qué edad crecen los gatos: todas las etapas que experimentan y qué les pasa en cada una.

 Estos animales pasan por varias etapas de crecimiento en las que su cuerpo y su temperamento presentan características bien diferenciadas.

Hasta qué edad crecen los gatos: todas sus etapas de crecimiento. PEXELS/TOMAS RYANT

Los gatos son uno de los animales de compañía preferidos en todo el mundo por sus singulares características, entre las que destaca su limpieza. No en vano, es una de las mascotas más antiguas (acompaña al hombre desde hace más de 8.000 años) y una de las más populares, ya que son millones los hogares que cuentan con un gato entre los integrantes de la casa.

Los gatos pasan durante toda su vida por una gran transformación que, al igual que en el caso de los humanos, se centra sobre todo en su proceso de crecimiento. ¿Hasta qué edad crecen los gatos? Es una de las preguntas que más se repiten todos aquellos que van a adoptar un felino y, sobre todo, los que comparten su vida con este animal por vez primera, puesto que en función del momento en que se encuentre, el carácter y el comportamiento del gato pueden variar.

Así es el crecimiento de los gatos

Para hablar de hasta qué edad crecen los gatos, lo primero es señalar que hay notables diferencias entre razas (hay algunas razas de gatos grandes, cuyos ejemplares tienen mayor tamaño y peso que la media) y que también existe un gran influencia del medio externo: es decir, los gatos que han sufrido carencias nutricionales en sus primeras etapas de crecimiento no se harán tan grandes como aquellos que recibieron una buena y correcta alimentación.

Dicho esto, para responder a la pregunta de hasta qué edad crecen los gatos es necesario explicar que los felinos pasan por diferentes fases de crecimiento:

  • Hasta los 9 días: los gatos están recién nacidos, son ciegos y sordos y totalmente dependientes de la madre.
  • Del día 9 al 15: el gato comienza a ser un poco más autonómo, se mueve más, abre ya los ojos y despliega las orejas.
  • Del día 15 a las 8 semanas de vida: el animal ya no depende tanto de la leche materna e inicia la alimentación que luego le acompañará de adulto. Empieza a jugar, ya sea con sus hermanos o con los humanos con los que convive, puesto que se trata de una etapa de socialización que, a la postre, en muy importante en su desarrollo.
  • De la semana 8 a los 8 meses aproximadamente: hay diferencias entre si son machos o hembras. Es el momento en que el gato adquiere su tamaño y forma definitivos, aunque todavía seguirá creciendo más pero su estructura ósea ya se desarrolla de forma más lenta. Empieza a jugar de manera más tranquila que cuando es más cachorro y comienza a mostrar las primeras conductas sexuales. Es, de hecho, el momento en que las hembras tener su primer celo.
  • Hasta los 3 años: Es la etapa adulta del gato. Los cambios que experimenta en este tiempo son mucho más lentos y graduales que hasta ahora. Se vuelve más obediente y muestra ya un temperamento y carácter que le definirán durante el resto de su vida. A partir de este momento, se considera que el gato ya no crece más.
  • Gatos: hasta qué edad crecen y que características presentan en cada etapa de su vida. PEXELS/MOCHAMAD WILDAN

De esta forma, se puede contestar brevemente a la pregunta de hasta qué edad crecen los gatos que hasta los tres años. No obstante, hay que destacar que no se debe confundir su crecimiento con su aumento de peso o su incremento de pelaje, puesto que el primer factor dependerá de la alimentación que reciba el felino y el ejercicio que haga, y el segundo, de los cuidados a los que sea sometido y de la propia raza del animal.

Asimismo, es necesario resaltar que estas fases responden a una valoración media, pero que el crecimiento del gato depende mucho de su raza, ya que algunas se desarrollan muy rápidamente y otras se prolongan más allá de los tres años. Aún así, en líneas generales, se puede decir sin miedo a equivocarse que el mayor crecimiento que experimentan los gatos se produce durante el primer año de vida (lo mismo que sucede con los humanos), pese a que los gatos crecen en realidad (aunque de modo mucho más lento) hasta los 3 años.

Para qué sirven los bigotes de los gatos: ¿es su sexto sentido?

Son una de las características más singulares de los felinos pero no son, en absoluto, un mero elemento decorativo


                                  Para qué sirven los bigotes de los gatos. PEXELS/WOJCIECH KUMPICKI


Los gatos cuentan con un sistema táctil extra que les permite guiarse en la oscuridad o saber si un sitio estrecho es demasiado pequeño para ellos. Se trata de un sistema extraordinario que los felinos han desarrollado y perfeccionado durante milenios y que no tiene nada que ver con su famoso sexto sentido. Todo lo contrario, es algo que está muy a la vista y que es, precisamente, una de las características más importantes y singulares de su fisonomía: los bigotes.

Para qué sirven los bigotes de los gatos es una pregunta común, sobre todo entre aquellos que nunca han compartido su vida con este animal de compañía. Hay quien cree incluso que los bigotes de los gatos son meramente decorativos y que no sirven para nada, pero todo lo contrario: sirven; y mucho.

El importante papel de los bigotes de los gatos

Los bigotes de los gatos son los instrumentos a través de los que el felino "toca el mundo" que le rodea. Cada pelo, denominados vibrisas y situados sobre todo de manera simétrica en torno a los bigotes, encima de los ojos y dentrás de las patas delanteras, les permiten detectar cambios imperceptibles en su entorno pero que les resultan de gran valor y ayuda porque, en ocasiones y sobre todo en estado salvaje, puede salvarles la vida.

Y es que gracias a las vibrisas o bigotes del gato, estos reciben una valiosa y útil información táctil en su cerebro que les permite interpretar a la perfección todo lo que les rodea. Así, con el roce de los bigotes del gato, que actúan como una especie de palanca, los felinos son capaces de saber el tamaño y las dimensiones de un espacio y, por tanto, saber si es muy estrecho para él o no, e incluso detectar cambios en las corrientes de aire, algo que puede facilitarles huir de un depredador antes de verse sorprendidos por éste.

Todo esto es así debido a que en la base de cada bigote del gato hay un folículo repleto de terminaciones nerviosas que transmiten información táctil al cerebro del felino. En total, tienen entre 8 y 12 bigotes móviles a cada lado de la nariz, además de los de las cejas y las patas delanteras.

Pero los bigotes de los gatos no les sirven sólo para interpretar su entorno y actuar a modo de sistema táctil extra, sino que también ejercen una función comunicativa. Y es que, según cómo desplieguen sus bigotes, los gatos nos dicen cuál es su estado de ánimo.

Cuando tienen los bigotes retraídos hacia atrás y pegados a la cara, el animal está asustado y muy posiblemente pendiente de una situación que él ve como una amenaza. Por contra, cuando los bigotes de los gatos están extendidos y en forma de abanico en torno al morro, indica que el felino está relajado y en un ambiente tranquilo.

Así las cosas, queda claro que los bigotes de los gatos son una excelente herramienta para estos animales a la hora de interpretar el mundo que les rodea. De ahí que esté absolutamente prohibido cortárselos.

         (José de León)








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